La iglesia de San Millán, cuya fundación se estima en el siglo XII constituye un ejemplo singularizado entre las iglesias de Sepúlveda, principalmente por su cabecera recta. Aparece mencionada por primera vez en el siglo XIII en un documento de reparto de rentas del cabildo y obispado segoviano del año 1247, y su historia como parroquia se extiende hasta comienzos del siglo XIX.
Es por tanto una iglesia románica de una sola nave de planta rectangular y cabecera recta al exterior, que se divide interiormente en dos tramos abovedados, con una torre-campanario adosada en el muro norte de la misma. Abandonado el uso religioso del edificio fue habilitado como vivienda en el siglo XIX y resultó fuertemente transformada. El estado de la Iglesia antes del proyecto era completamente ruinoso.
El nuevo conjunto lo forman la antigua nave y cabecera de la iglesia convertida en vivienda principal, un volumen reconstruido hacia el sur, (que incorpora los servicios y espacios auxiliares de la vivienda) así como la consolidación de la torre campanario.
La morfología del conjunto arquitectónico es fiel los volúmenes originales. La vivienda principal, (antigua nave y cabecera), así como la vivienda adosada, disponen de cubiertas a dos aguas a la segoviana, conservando la pendiente original. Respetando la planta y volumen original, la vivienda adosada a la cabecera se ha reconstruido de acuerdo con la documentación histórica disponible.
En relación a los elementos arquitectónicos y huecos exteriores, el proyecto respeta todos los elementos históricos documentados: arcos románicos hacia la fachada norte, arco triunfal hacia el altar mayor, saetera y frescos en la cabecera, puerta principal hacia la fachada sur, e incorpora nuevos huecos de ventanas, de proporción vertical, necesarios para el nuevo programa.
