Nuestra propuesta nace del entendimiento del lugar, como respuesta inmediata al extraordinario entorno natural que domina el mirador de El Cable: el macizo central de los Picos de Europa, accidente geográfico de gran belleza por las cordilleras escarpadas que cortan el territorio conformando pequeños valles y los ríos que nacen en sus cumbres.

Lejos de concebir un mirador con formas que alteren el paisaje, con materiales ajenos al medio, nuestra propuesta apuesta por formar parte del entorno natural, a modo de forma geológica que pertenece macizo montañoso, como una gran roca que emerge de la montaña. Esto se refleja tanto en el interior como en el exterior del nuevo mirador; igual que los fenómenos kársticos del Parque Nacional producen una red de conductos subterráneos por los que discurre el agua, el visitante podrá acceder al interior de la roca/mirador, y disfrutar de las vistas desde su interior.